Preferíria morir antes que vivir un solo día sin poder contemplar tus bellos ojos. Ya que tú eres mi mundo y sin tí no existe nada.
El amor es como un niño, ya que lo que más quieres es que esa persona sea feliz y lo que más temes es que los monstruos que hay debajo de su cama le hagan llorar.
La esperanza me guía, de día y sobretodo de noche. La esperanza de que aunque te hayas ido, no será la última vez que te vea.
La mayoría de veces no lo percibes, pero cuando te das cuenta ya tienes clavada una flecha en el corazón.
Lo más bonito que te puede pasar es que ames y seas correspondido.