Hoy os voy a hablar de una película que no solo es divertida y romántica, sino que también transmite un mensaje esencial en el amor: lo importante está en el interior. Me explico: esta historia trata de un chico normalito (tirando a feo, con perdón), el cual se ha fijado toda su vida en chicas con cuerpos despampanantes. Vamos, que siempre ha sido un superficial que no cree en el amor, sino en la atracción. Un día, se encuentra en un ascensor con un psicólogo famoso por sus dotes de hipnotismo. Tras charlar un rato, el psicólogo se da cuenta de lo superficial que es y decide cambiarlo: le hipnotiza de tal forma que verá solo el interior de las personas. Es decir, si una chica es feísima y tiene un interior bondadoso, él la verá como una chica hermosísima. A raíz de esto, el protagonista conoce a la chica más hermosa que ha visto nunca y siente un gran flechazo. Y lo extraordinario de la historia es que dicha chica le hace caso. Al cabo de un período de citas y encuentros, los dos empiezan a sentir cosas el uno por el otro. Esto ocurre incluso a pesar del hecho de que al principio la chica desconfiaba de él y creía que la haría daño. Pero todo se vuelve oscuro para el protagonista cuando, como ya os habréis imaginado, descubre que la chica de sus sueños es una chica con obesidad que no ha tenido mucha suerte en el amor. Tras ésto, él tendrá que decidir si quiere seguir con el amor de su vida, superando sus prejuicios, o salir huyendo. ¿Qué elección creéis que tomará?.
En esta película destaca sobretodo el papel que realiza la increíble Gwyneth Paltrow; la cual, a pesar de no haber estado gorda en su vida, refleja muy bien los sentimientos de las chicas que han tenido o tienen que sufrir las consecuencias de no tener el cuerpo que la sociedad te exige que tengas.
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