Mucha gente dirá: pero... ¿está película no es de guerra?. Otros en cambio pensarán en que, cuando la incluyo en mi crítica, lo hago por el conocido y mítico amor de Helena y Paris (causantes de la guerra entre Esparta y Troya). Ambos están equivocados en parte, me explicaré: como la mayoría de las personas sabe, esta historia trata de la guerra feroz entre dos grandes y poderosos reinos. La cual tuvo su origen en el enamoramiento del príncipe de Troya y la hermosa Helena. Esto se debió a que ella estaba casada con el rey de Esparta, el cual le declaró la guerra a Troya cuando descubrió que su amada se había fugado con el joven príncipe. Hasta aquí la historia normal, pero lo que a mí me ha llevado realmente a incluir en mi crítica esta película es la historia de amor que surge entre Aquiles y la prima de Paris. Ambos se conocen cuando, al saquear la iglesia que hay a las afueras de Troya y establecer el campamento, los espartanos la toman como prisionera. Ella no solo odia la violencia y a él, sino que también es una especie de monja que evita cualquier contacto con los hombres. Llegan al final a un punto de atracción tan fuerte que no pueden evitar sus sentimientos; vamos, que acaban enamorados como dos tontos. Sin embargo, tienen en su contra dos enormes obstáculos: la inminente rivalidad entre su gente y la guerra que Aquiles debe vencer. ¿Podrá sobrevivir su amor entre tanto odio?
Para finalizar os diré que en esta película podéis encontrar un gran surtido de actores famosos y bastante buenos actuando, entre los que destacan: Brad Pitt, Orlando Bloom y Eric Bana. ¿Qué más se puede pedir?.
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