Esta película además de ser romántica es, sobretodo, divertida. No hay ni un solo momento en el que no te rías y te lo pases genial. La historia trata de un chico que ha tenido mala suerte toda su vida (pero del tipo de mala suerte que hace que tengas que llevar una mochila para todo tipo de imprevistos) y de una chica que siempre ha disfrutado de una suerte bárbara (vamos, que es del tipo de chica a la que todos los taxis le paran enseguida). Por razones del destino, ambos coinciden en una fiesta que ella organiza. Pero no es una fiesta normal y corriente, es uno de esos eventos famosos que salen por televisión y que se convierten en todo un éxito. Al encontrarse allí, surge entre ellos una fuerte atracción y acaban besándose. Y es justo ese beso el causante de que ambos intercambien su suerte. Como resultado, al final de la noche ella acaba en la comisaría despedida y él acaba con un increíble contrato para el grupo que representa. Al cabo del tiempo, ella se da cuenta de que ha perdido su suerte y de que el responsable es el extraño desconocido al que besó. Mientras que ambos llevan su nueva vida como pueden, ella busca desesperada al chico en cuestión. Lo más gracioso es que ambos ya se conocen, ya que ella trabaja ahora en la bolera donde el grupo de él toca. E inevitablemente, se enamoran. ¿Qué pasará cuando ella descubra la verdad?; ¿renunciará a su amada suerte o elegirá una vida afortunada pero sin amor?.
Destaca sobretodo el papel de Lindsay Lohan y Chris Pine. Ambos son unos buenos actores, que le dan un toque de humor a esta comedia romántica.
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