En esta crítica voy a hablar de un clásico de las películas de amor, Mouline Rouge. No obstante, es y será siempre una de las películas más emocionantes y conmovedoras que he visto en mi vida. Cuenta la historia de una prostituta de cabaret, que aspira a ser actriz y a tener mucho dinero, y de un escritor novato que sueña con escribir un gran libro. Pero todo cambia cuando, por un malentendido, sus vidas se cruzan. El problema es que ella debe complacer a un hombre muy rico y celoso; todo para asegurar el futuro del cabaret. Pero ambos no pueden evitar enamorarse y soñar el uno con el otro. Tras muchos obstáculos y dificultades, entre ellos chantajes y engaños, consiguen vivir su amor. Sin embargo, hay algo más poderoso contra lo cual no pueden luchar: la muerte.
Como ya os podéis imaginar tiene un desenlace triste; en realidad, es del tipo de historias que hacen que acabes llorando. Sin embargo, creo que es ese final lo que hace que sea tan maravillosa y que nunca la olvides. Por último, me gustaría destacar el increíble papel que interpretan Nicole Kidman (Satine) y Ewan McGregor (Christian). Ambos, junto con las canciones que envuelven la película, crean una historia de amor mágica.
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